Tras una exhaustiva selección, las uvas se despalillan y se procede a una maceración en frío de la uva previamente refrigerada. Una vez realizado el sangrado del macerador para obtener el mosto lágrima, se prensa el resto muy suave y lentamente en una prensa neumática. El mosto se decanta por flotación para garantizar una mayor pureza aromática y a continuación fermenta a 16o C en depósitos de acero inoxidable durante aproximadamente 60-70 días. Tras la fermentación, permanece 4 meses con las lías finas en el depósito de acero inoxidable.